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Crecimiento de la Población

Las Mujeres y la Población

En el mundo en desarrollo se ha producido un aumento enorme del número de jóvenes. Millones de personas activas reproductivamente, reciben asistencia u orientación insuficientes en materia de salud, sexualidad y reproducción. En consecuencia, esto acelerará el crecimiento en los países en desarrollo que ya están superpoblados; a menos que se tomen medidas urgentes.

La educación y atribución de poderes de las mujeres, son vitales en la reducción de la pobreza y la superpoblación. La salud y el tamaño de la población están relacionados con nuestro comportamiento y, en particular, el comportamiento de las mujeres. Conocimientos y habilidades permitirán que las mujeres puedan encontrar trabajo y ganar dinero. Las mujeres económicamente independientes tienden a tener menos hijos, y estos niños suelen ser más sanos y estar mejor educados.

Los mejores resultados se han logrado cuando los gobiernos y las ONG, se centran en las mujeres en los países en desarrollo, e invierten un mayor esfuerzo en su educación. El dinero entregado a una mujer pobre tiene más posibilidades de ser utilizado para la nutrición y la salud familiar. Las mujeres que han tenido la oportunidad de obtener ingresos, han dado un mejor uso al dinero. Cuando se ha dedicado mayor esfuerzo a la mejora de la salud de las mujeres, ha habido un efecto beneficioso para los hijos. La educación de las mujeres es un factor fundamental para estabilizar las cifras de población humana.

En la actualidad, hay un número insuficiente de escuelas y centros sanitarios, en muchos países en desarrollo. Por ejemplo, en algunas partes de África sólo el 56% de las personas están alfabetizadas y sólo el 5% reciben educación secundaria. Si se educa mejor a estos niños, pueden que lleguen a ser más consciente del medio ambiente y que adopten medidas para conservar los recursos naturales. También existe la probabilidad de que recibirían algún tipo de educación sobre el control de la natalidad y los derechos de la mujer.

Es importante que los niños en los países en desarrollo tengan mejor atención sanitaria de la que hay actualmente disponible. Si se asegura a las mujeres que las posibilidades de supervivencia de sus hijos son similares a las de los países desarrollados, pueden que sean menos propensas a tener más hijos.

Reproductive Rights pie chart

La salud reproductiva, implica sexo seguro y satisfactorio; junto con la libertad y la capacidad de reproducir según las limitaciones, económicas y de salud, de cada persona.

En la mayoría de las culturas hay un desequilibrio en la igualdad de género, en favor de los hombres. En el ámbito de la salud reproductiva, tradicionalmente los hombres han tenido mayor influencia, sobre el uso de anticonceptivos y el momento de practicar el sexo.

Por lo tanto, los hombres también deben ser objeto de programas de educación en salud reproductiva. Aún más importante, el estatus de la mujer debe ser elevado, para darles más voz en sus relaciones y mayores derechos reproductivos. Dado que la mayoría de los dirigentes políticos del mundo son hombres, cambiar el desequilibrio de género será un reto.

Para lograr la atribución de poderes de las mujeres, será necesario cambiar leyes; y valores religiosos y culturales profundamente arraigados. Las mujeres necesitan hacer valer sus derechos si han de llegar a controlar el número, e intervalo entre nacimientos, de sus hijos. La mejora de los derechos, ayudará en la prevención de la intimidación y violencia de los hombres, contra las mujeres que no desean concebir; y reducirá los embarazos consecuencia de una violación.

En general las mujeres han aceptado los valores medioambientales más rápidamente que los hombres. Si más mujeres estuviesen implicadas en la gestión de la sociedad, avanzaríamos rápidamente hacia un mundo sostenible.

Razones para la elevada tasa de natalidad

  • Económicas - El aumento de la población es causado, en parte, porque las personas viven más tiempo, debido a mejoras en la alimentación, la atención a la salud y el alcantarillado. En las comunidades pobres, los niños son necesarios tanto como fuente de mano de obra, como para atender a sus padres cuando sean ancianos. Los padres tienen tendencia a producir más niños, en previsión de que algunos mueran antes de llegar a la edad adulta.

  • Culturales - En algunas culturas, se obtiene un gran prestigio por tener varios hijos, y se insta a los padres a seguir reproduciéndose hasta que tengan más herederos varones. En algunos países, las mujeres no poseen el derecho de determinar el número, e intervalo entre nacimientos, de sus hijos. Además, las mujeres no tienen control sobre recursos económicos. Por ejemplo, en Namibia, Botsuana y Chile, no se permite que las mujeres administren una propiedad. En muchos países, el matrimonio y tener hijos es tan común, que las mujeres que nunca contraen matrimonio reciben poco o ningún reconocimiento; y tienen poco o ningún estatus social.

  • Religiosas – El Islam sólo permite el control de la natalidad en situaciones específicas, por ejemplo, cuando la salud de la madre o el niño/a está en peligro; si una pareja casada desea retrasar el tener hijos hasta que estén en una mejor posición para cuidarlos; o si la pareja desea tener intervalos más largos entre cada niño. La Iglesia Católica Romana es más extrema: mientras que muchos obispos tenían actitudes más liberales hacia el control de la natalidad, en 1968, el Papa Pablo VI emitió una encíclica que prohíbe el uso de anticonceptivos. El actual Papa, Benedicto XVI, sigue manteniendo esta política. Entre los cristianos protestantes, muchos fundamentalistas o grupos conservadores abogan por el celibato como único medio de control de la natalidad.

  • La falta de educación - El analfabetismo en los países en desarrollo es un factor contribuyente. Se estima que 960 millones de personas son analfabetas, dos tercios son mujeres. Se ha demostrado que las mujeres que han recibido educación, tienen menos hijos.

Ejemplos de programas de control de la población

(1) Controles de población fracasados

El segundo país más poblado del mundo es la India, con una población de 1.000 millones en el año 2000. Sin embargo, la India no ha tenido un programa exhaustivo de control de la natalidad. Anteriormente se basaba en la esterilización femenina, a pesar del hecho de que este tipo de cirugía es más compleja y arriesgada para la mujer que para los hombres. Más recientemente, su enfoque incluye la promoción de la educación, y el progreso social y económico de las mujeres.

Es de esperar, que la India supere a China como país más poblado del mundo, en el año 2040. De promedio, las mujeres indias dan a luz a tres o cuatro hijos. No es raro que las mujeres tengan ocho hijos y que la mitad mueran durante los primeros años. Aunque los embarazos múltiples pueden ser un riesgo para su vida, las mujeres pueden ser presionadas por sus maridos y suegros para que tengan muchos varones; ya que son muy apreciados en la sociedad India.

(2) Controles de población con éxito

El país más poblado del mundo es China, que tenía una población de 1.200 millones en el año 2000. Se espera que llegue a 1.400 millones en el año 2010, y probablemente sería de 1.900 millones, si no fuera por la política de control de la natalidad China, de un sólo hijo/a. Esta política no es estrictamente sólo un hijo/a; ya que a los padres que son, ellos mismos, hijos únicos, se les permite tener más hijos, después de un intervalo de cuatro años. Esta política también aboga por retrasar, tanto el matrimonio, como el momento de dar a luz. El gobierno chino presentó este controvertido programa en 1979, a causa de su temor de que la población, eventualmente, superaría la disponibilidad de tierras agrícolas, agua y otros recursos naturales.

Este programa ha sido criticado como una violación de los derechos humanos y ha habido un aumento en el infanticidio femenino. Otros han cuestionado la supervisión del programa, que permite que los bebés femeninos sean, a menudo, adoptados o que sus nacimientos no queden registrados. Algunos sugieren que la política de retraso en el matrimonio ha logrado una mayor reducción de la tasa de natalidad. Sin embargo, también ha brindado más oportunidades a las mujeres para acceder a un empleo remunerado y, consecuentemente, mejorar su nivel de vida. Además los padres pueden permitirse una mejor educación para un solo hijo/a.

Abortion Policies map


Soluciones

Una mayor educación para las mujeres puede llegar a transmitir un mayor conocimiento sobre las opciones y técnicas de planificación familiar; pero el problema subyacente en muchos países en desarrollo, es la falta de igualdad de género. Las mujeres se consideran inferiores por naturaleza, y por tanto la educación es innecesaria para ellas. Su incapacidad para generar sus propios ingresos y, por tanto, tener cierto grado de independencia, empeora esta situación. En Bangladesh, la Federación Internacional de Paternidad Planificada ( International Planned Parenthood Federation [IPPF]) trató de abordar este problema con varios métodos; entre ellos programas para lograr un mayor poder económico para las mujeres; sensibilizándoles sobre los métodos de control de natalidad; y estableciendo clínicas de salud reproductiva.

En las culturas dominadas por hombres, los hombres determinan si procede o no el uso de anticonceptivos y cuando mantener relaciones sexuales. En estos casos en concreto, el control de la población es más eficaz cuando las acciones se dirigen tanto a hombres como a mujeres. Por ejemplo, en Kenia, la IPPF llevó a cabo un programa para modificar las actitudes de los hombres hacia las mujeres.

Los programas de control de natalidad gubernamentales pueden ser obstaculizados por factores religiosos o culturales. Por ejemplo, en un país intensamente católico como Filipinas, la IPPF trabajó para modificar el razonamiento del gobierno, que temía una reacción de los votantes.

Investigaciones realizadas por el Banco Mundial han puesto de manifiesto que los países más pobres tienen la mayor desigualdad de género. Los gobiernos de estos países deben reformar sus sistemas jurídicos e institucionales para fomentar la igualdad de la mujer. Esto puede implicar reformas legales que permitan a las mujeres poseer tierras; y reformas financieras para darles acceso al capital; y la reducción del costo de la educación. También deben introducirse programas de discriminación positiva.

Si hay más mujeres en posiciones gubernamentales, se asegurará un mayor énfasis sobre la igualdad de género y los programas de control de natalidad. Esto puede tardar muchos años para llegar a buen término. En el corto plazo, el mundo desarrollado debe invertir más financiación. La IPPF es una organización voluntaria, con un presupuesto limitado, que depende de donaciones gubernamentales y privadas. Lamentablemente, los gobiernos occidentales son lentos a la hora de proporcionar ayuda financiera a los países en desarrollo. En 1994, en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, en El Cairo, los gobiernos acordaron asignar $17.000 millones anuales para el año 2000. Hasta la fecha, las naciones desarrolladas han asignado menos del 50 por ciento de la financiación que se garantizó. Los EE.UU. tienen la economía más grande del mundo, y deben contribuir US$2.000 millones anuales a los programas de salud reproductiva, pero en realidad los EE.UU. contribuyen actualmente sólo 500 millones de dólares. Este déficit se ha atribuido a la influencia de los fundamentalistas cristianos en la Casa Blanca.

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